A través de actividades adaptadas a diferentes niveles educativos, el proyecto busca acercar a niños y jóvenes al paisaje leridano, tanto urbano como rural y natural, destacando su singularidad y valor colectivo. Esta iniciativa no solo contribuye a la formación de ciudadanos más conscientes y respetuosos con su entorno, sino que también promueve una conexión más profunda entre las nuevas generaciones y el territorio que habitan, animándolos a ser agentes activos en el desarrollo sostenible del municipio.
Con esta propuesta, se pretende que la educación sobre el paisaje se convierta en una herramienta transformadora que refuerce la identidad local y la cohesión social, al mismo tiempo que impulse una nueva cultura del paisaje basada en el cuidado y el respeto por el medioambiente.